Frecuentemente las modas en la ropa y en la música, el uso constante de la tecnología que nos ahorra tiempo y que nos facilita muchas tareas, nos hacen dejar de percibir la magnificencia de los pequeños detalles en las relaciones humanas, o nos hacen perder la oportunidad de admirar una puesta de sol, de escuchar a un amigo contarnos sus problemas, o a un anciano que simplemente quiere que le escuchen; o lo que es peor, nos hacen discriminar a quienes no están a la vanguardia de estos cambios.
No es que sea algo malo querer lucir algún atuendo, ni querer escuchar algo nuevo en cuanto a música, sino que la humanidad, es decir, "el otro", puede quedar relegado por nosotros mismos; y los valores que pudieran servirnos de guía, parecen perder importancia ante esta avalancha de nuevas posibilidades de "ser" con todo el conjunto de cosas materiales a nuestro alcance.

Esta situación está siendo calificada constantemente como de ausencia o pérdida de valores, incluso en casos extremos los medios transmiten que los valores ya han cambiado y llaman obsoletas a algunas actitudes que impiden lo que según las mayorías es la tolerancia y la libertad. Por eso es necesario que las nuevas generaciones puedan discernir entre las opciones o puntos de vista que se les ofrecen acerca de lo que es la Libertad o la Verdad, ya que a la sociedad actual le caracteriza la falta de tiempo para reflexionar apropiadamente sobre las cosas. Es imprescindible entonces un espacio de reflexión en donde se puedan tratar estos temas sin cometer el error de pasar por la vida sin meditar, sin analizar lo que se quiere que aceptemos sin dudar.
Es así como la ética y los valores son ahora un recurso necesario para aprender a detenerse antes de decidir qué hacer, por qué optar, cómo responder, sin dejarnos llevar por emociones que pueden marcar nuestra vida en un segundo. Aunque no se trata de un manual de reglas, este estudio es sumamente útil porque ayuda a formarnos un criterio para la vida, y aunque por el tiempo no se logra que los alumnos sean completamente éticos, al menos se pretende que piensen dos veces las cosas antes de actuar...